1x09:Opio
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Tras explotar la casa de Mario Morales, Selena, ya varias semanas después y de vuelta con su madre Emily, se tranquiliza al saber que su abuelo Samuel está bien. Por otra parte, Liverpool y Filton, ya en Villa Rocosa City, son interrogados por los marshalls una mañana en la oficina del sheriff en relación al caso de Mario Morales. Los otros dos junto a Aaron les cuentan todo lo que saben.
Pasan los meses. Una tarde Sam, Warren, Aaron hablan con Esmeralda, Harry, Kevin y Marsha sobre las cosas de la vida en el saloom de Kim. La dueña trae más bebidas que han pedido. Ella también se sienta con ellos un poco. En ese momento, entra un ciudadano por las puertas batientes y comenta que ha visto un cuerpo sin vida cerca de su rancho.
Los hombres de la autoridad se marchan de allí.
Más tarde, Aaron, junto al resto de los ayudantes (incluidos Warren y Sam), desmontan sus respectivos caballos y comienzan a investigar un campo desértico que es escenario del crimen, hallando a una persona muerta. La víctima era un negro, un poco grueso y de facciones grandes. El pelo lo tiene a lo afro y va bien vestido. Juani y José, tras analizar al difunto en un primer vistazo, ven que muere de un tiro certero en la frente. Ha muerto hace unas horas por la poca descomposición del cuerpo. A los lados ven un montón de ranchos. Comienzan a preguntar a los vecinos de alrededor para ver quién es la víctima. En el primer interrogatorio que hace a los vecinos no sacan nada, pero en el segundo, uno de los ciudadanos se acuerda de que aquel hombre, que salía poco del rancho de Jamie, se llamaba Joseph. A Warren le suena ese nombre cuando una vez pilló a Tiya Cruz mirando unos documentos en relación al caso de Mario Morales y vio ese nombre. Filton se lo comenta a Cole y a los demás ayudantes. Dan las gracias a los vecinos y hacen que uno de ellos avise al enterrador para que se lleve el cadáver de Joseph del desierto.
Pasa el día. Todos comen en sus respectivas casas. Al llegar la tarde, el sheriff y el resto de ayudantes van al lujoso rancho de Jamie. Al llegar y desmontar, Aaron comienza a interrogarse sobre el crimen de Joseph. El dueño es un hombre maduro, con el pelo moreno corto, ojos claros, facciones grandes. Esbelto y algo fornido. El sospechoso hace una gracia del difunto como el negro criado bien vestido. No contesta a la mayoría de preguntas de la autoridad. Es entonces cuando Warren le pregunta acerca de Mario Morales. El dueño les exige que se vayan del rancho. Más tarde, cuando vuelven a la ciudad, ya caída la noche, Aaron decide enviar un telegrama a los estados colindantes para ver qué negocios tienen Mario Morales y Jamie. Vuelve a su casa de una planta y se va a dormir.
A la mañana siguiente, bien temprano, Aaron, tras desayunar, va a la oficina y recibe respuesta del telegrama. Espera a que vengan los ayudantes, en especial Warren y Sam. Un rato después, cuando todos están en el lugar, Cole abre el telegrama de respuesta y ve que Mario y Jamie compraban y vendían opio robado. Tras leer aquello, los hombres de la autoridad vuelven al rancho de Jamie y al ver que no está, hablan con los criados. Ellos le responden que Joseph sabía lo del negocio del opio y escuchan rumores de que intentaba chantajear a Jamie de alguna manera. Aaron, Warren y Sam deducen que eso sí puede haber sido un motivo para matarle. Además, Jamie es un buen tirador. Es en ese momento cuando aparece el dueño en escena y pregunta malhumorado a sus criados, desprendiéndose de ver allí a los hombres de la autoridad. En ese momento, Aaron le detiene y le lleva hacia su caballo. Jamie comienza a quejarse.
Más tarde, en una sala de interrogatorio de la oficina del sheriff, teniendo las ventanas abiertas, Aaron comienza a interrogar rudamente a Jamie, enseñándole los testimonios que tiene y las respuestas de los telegramas, acusándolo del negocio de opio ilegal que este tiene con Mario Morales. Al final, Jamie se desmorona y confiesa que asesinó a Joseph porque le estaba chantajeando. Pero no sabe dónde está, ni donde poder hallar a Mario Morales, mirando a Warren, que también está en la salita.
Más tarde, en el saloom de Kim, en una de las mesas, Sam recuerda cómo su nieta Selena se desmaya tras la explosión en el rancho que había alquilado Mario Morales. Aprieta los puños con ira.