2x11: Intimidades interrumpidas

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Frankie, un hombre de color grueso y de facciones grandes. Tiene el pelo rizado y canoso, igual que la barba. Está en pijama, con una bata por encima. Desorientado, acaba en un baño público, reteniendo, por las circunstancias al sheriff de Villa Rocosa City y a un niño de tez oscura. Aaron, ve al sujeto llorando y queriendo que todo esto termine, y le pide que suelte el revólver. En ese momento, los lugareños derriban la puerta del aseo y sacan a empujones a Frankie. El sujeto pierde el arma de fuego. Algunos ciudadanos cierran el paso al lado de la placa. Aaron coge al crío, abrazándolo. Le pide que aparte la mirada de la paliza que le están propiciando a Frankie. Frankie grita porque los lugareños, formando una turba alrededor suyo, le golpean salvajemente.

1 hora antes

Frankie era un vagabundo forastero, que estaba viviendo con su hija Anika en Villa Rocosa City. Esta es una joven de tez oscura. De facciones medianas, agraciada de rostro y menuda. Viste bien. Frankie fue un minero hasta que llegó la Guerra de Secesión. El hombre llevaba enfermo mentalmente un tiempo y a la hija le daba miedo que se escapase de noche. Frankie ya había sido llamado al orden y devuelto a la casa de Anika por diferentes altercados verbales a altas horas de la noche. Cuando Anika le plantea lo de quedarse en una residencia, él se niega. La joven, horas antes de que su padre se marchase por última vez, le preparó la cena, comiendo con él. Tras eso, le arropó y se fue a dormir.

Frankie se despierta a altas horas de la noche en pijama y se pone una bata que tiene. Abre la puerta principal y se marcha del lugar. Minutos después, a una cierta distancia de donde vive Anika, Frankie abre la puerta de un baño público, hallando a un niño de tez oscura orinando. El crio no tiene más de doce años, de facciones grandes y pelo rapado, espigado. Lleva vestimenta vieja. En ese momento, hay dos hombres de mediana edad que presencian esa escena (Ben y Enrico), y se molestan. Ambos son compañeros de Christopher Grissom. Ben es un hombre fornido, de facciones medianas, rapado, rubio, ojos claros y tiene una barba bien cuidada. Enrico es un tipo calvo, de barba frondosa morena. Algo grueso y más bajo de estatura que su compañero. Ben grita y Frankie, por miedo, se mete dentro del aseo, con el niño dentro. Los otros dos hombres comienzan a golpear la puerta del aseo, oyendo al crío. Llaman a la autoridad.

Mientras, José Sánchez, en su parcela, estando en el baño, orina sangre y se asusta. Juani le ve desde lejos y le pregunta. El hombre no dice nada, preocupándose.

Mientras, en el aseo donde está Frankie escondido y muerto de miedo, reteniendo al crío. Aaron, Adam, M.L, y Chris interrogan a Ben y a Enrico sobre cómo comenzó el rapto y el encerramiento en el baño. Ellos les dan su versión. Kim Texas, con ayuda de los ayudantes de Aaron, piden algunos ciudadanos presentes que están rodeando el aseo, que se calmasen un poco dado a que están tensos. El sheriff pide al quipo que investigue quien es el secuestrador. En ese momento, una madre asustada entre el público de tez oscura, pregunta sobre su hijo, les comenta que su niño se llama Kagiso. Los ayudantes del sheriff la piden que les acompañe y que describa a su hijo. La otra lo hace asustada, triste. Aaron tiene la idea de ir desarmado, corriendo el riesgo de que el otro le fuera a disparar dentro, pero quería salvar a Kagiso a toda costa. Su equipo está en desacuerdo. El sheriff entra en el aseo y Frankie le deja pasar, cerrando la puerta tras él otro. Aaron se asegura de que el niño está bien y le pide al otro tras hablarle de cómo está la situación fuera, que lo mejor que podía hacer, era soltar a Kagiso. Los griteríos de la gente que hay afuera, ponen más nervioso a Frankie. Este grita y Aaron, abrazando al niño para calmarlo, le pide a Frankie que se tranquilizase. Frankie le comenta que lo único que quiere es que le dejen hacer sus intimidades en paz. En ese momento, Anika grita en mitad de la calle, pidiendo al público que no le hiciesen daño a Frankie, su padre. El equipo le pide que le explique lo que le ocurre al hombre. Ella les comenta que desde que dejó la mina, se convirtió en un vagabundo. También, desde hace tiempo, tiene pérdidas de memoria. Les suplica que no le hagan daño, que es inofensivo.

En ese momento, Frankie deja salir a Kagiso del baño y es cuando un grupo de gente rabiosa, encabezados por Ben, sacan a rastras al Frankie y le llevan al medio de la calle. La madre abraza a su hijo. Anika llora, viendo a una turba de gente golpear salvajemente a su padre. Ben, al final, saca el revólver y mata a Frankie cuando el otro levanta las manos en señal de rendición. Ben grita de alegría. Aaron se acerca y le pega un puñetazo, provocando otra pelea. Los separan. Aaron grita a los cuatro vientos que Frankie era inocente y no iba a hacer daño al crío, ni tampoco a él. Solo estaba enfermo, desorientado y quería que lo dejasen en paz.

Más tarde, Adam habla con Aaron y el sheriff le justifica, mediante el testimonio que dio Anika, que su padre, Frankie, estaba enfermo.