4x09:Carruaje

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Un tiempo después de que Samuel Liverpool abandonase el puesto de sheriff para devolverlo a su compañero Warren Filton, ya recuperado, un carruaje halla en mitad del desierto un cadáver cuando está haciendo su recorrido. El cochero manda a uno de los pasajeros que coja uno de los caballos y volviese a Villa Rocosa, lugar de donde han partido, para que avisasen al sheriff y a sus ayudantes. La víctima era morena, de facciones medianas, y algo fornida. Llevaba una vestimenta veraniega con unos cuantos collares puestos.

Un tiempo después, Warren Filton junto a Samuel Liverpool, Edward Richard y el doctor José Sánchez al escenario del crimen. Allí los de la autoridad interrogan al cochero y a los cuatro pasajeros, sin ningún resultado. Mientras, José, tras un primer vistazo a la víctima desconocida, determina que el joven treintañero murió de un disparo en el torso hace más o menos, una hora.

Más tarde, la autoridad reparte pasquines por todo Villa Rocosa con el rostro del varón desconocido difunto para ver si alguien podía reconocerlo. Un rato después, dos parejas y un joven soltero ven esos dibujos y cogen uno. Se quedan sorprendidos. Los hombres se llaman Paul y Jesse. El primero era rubio, de pelo rizado, ojos claros, facciones medianas, con poca barba y esbelto. El otro era moreno de pelo y con una gruesa barba. De facciones grandes y algo fornido. Las mujeres de estos se llamaban Nicky y Leela respectivamente. La primera tenía el cabello rubio corto y estilo paje. Facciones medianas y agraciada de rostro. Esbelta. La segunda era morena de rostro y de pelo largo. Facciones pequeñas. Hay que destacar que tanto Paul, como Nicky tenían un gesto que les hacía caer bien a las personas. En cambio Leela, con su mirada fría que echaba, hacía que la gente desconfiara un poco de ella. El soltero era de aspecto majo. Moreno de pelo y algo de barba. Facciones grandes, esbelto y él más fornido del equipo. Se llamaban Nick. Los cinco iban bien vestidos y no rondarán más de treinta años, más o menos, cada uno. Ellos avistan a Ángela, la sobrina de Doan y Archie, pasear con sus tíos por el pueblo, y van a preguntar. Las dos parejas y el soltero insisten a Archie, Doan y Ángela en saber dónde está la oficina del sheriff. Ángela, que era una joven asiática con lunares en todo su rostro agraciado, les indica dónde encontrar a los hombres de la autoridad. Estando frente al edificio del sheriff, entran y hablan con Warren acerca de la víctima. Se llamaba Bryan. Los cinco le llevaban buscando desde hace cuatro horas, desde que pararon en Villa Rocosa. Filton pregunta qué estaría haciendo Bryan en el desierto. Paul responde que quería saber más sobre la zona que rodeaba a Villa Rocosa por curiosidad, pero al parecer, él era al único que le interesaba el sitio. Todos se echan la culpa de no haber acompañado a Bryan al desierto. Warren pide que los cinco estén localizados en todo momento al tener un mal presentimiento. Sabe que aquella gente estaba ocultando algo cuando el sheriff les pregunta "¿quién quería ver muerto a Bryan?" No hay respuesta. Todos están alojados en el saloom de John Kruger, incluida la víctima.

Más tarde, un desconocido entra por la puerta trasera del saloom de John Kruger y evita ser visto, subiendo al segundo piso. Con cuidado, va abriendo cada puerta de la segunda planta hasta hallar a la pareja que buscaba. Coge una lámpara de queroseno y la enciende. La tira contra la cama, donde estaban sus objetivos, incendiándolos. En ese momento, John sube por los escalones, atisbando al extraño. Le persigue, perdiéndolo enseguida. Va hacia el cuarto incendiada y corre a pedir auxilio. Warren y Sam, que están dirigiéndose al lugar, oyen gritos y se dan prisa. Echan una mano a apagar el fuego junto al dueño y a la pareja-Leela y Jesse.- Y el soltero-Nick-. Los de la autoridad interrogan a Leela, Jesse y Nick tras averiguar que la pareja asesinada eran Paul y Nicky. No consiguen mucho. Tras eso, mantienen otra charla con Ángela, Doan, Archie y John Kruger, consiguiendo una vaga descripción. Filton, cabreado, decide mantener otra conversación con los amigos de las víctimas, pero esta vez siendo algo rudo. Al final los compañeros les cuenta una historia que habían estado ocultando a la autoridad: "Jesse, Leela, Nick, Paul y Nicky habían visto a Bryan, que era periodista, y fue la primera víctima, chantajear a un tipo por diversión en un pequeño pueblo del estado de Nevada llamado Llanuras. Lo único que sabían de ese misterioso personaje es que era cochero." Warren y Samuel les enseñan la descripción vaga del tipo que habían hecho los otros antes y estos no lo confirman al cien por cien, dado que le habían visto de lejos y el rostro cubierto por un sombrero. Los agentes se desesperan y les piden que no se marchen de Villa Rocosa. Los testigos, con miedo, aceptan. Hablan con José y averiguan cual fue la causa de la muerte de Paul y Nicky. Mientras, en el piso de abajo, Luis, el indio, tras hablar con Ángela, Doan y Archie, y viendo ante sus ojos cual es la situación, planifica una estrategia para ayudar a Warren y a sus ayudantes en el caso. A él se le une Archie, Doan, Ángela, John Kruger y Kevin Notherland. Este último ha entrado hace poco en el local y deduce que cuantos más ojos en el asunto, mejor. Los cinco forman un pequeño equipo para investigar el caso del incendio en el saloom Hablan con la pareja y el soltero. Leela, es la que más molesta se siente cuando comienza a ver que el equipo de extraños comienza a querer saber más sobre cómo murieron sus amigos. Ella y su pareja Jesse van a quejarse a la oficina del sheriff sobre ese comportamiento. La ayuda se va al traste cuando más tarde, el grupo se separa para descansar y Warren junto a Samuel pillan sola a Ángela y la invitan a un refresco para que confiese la verdad sobre lo que estaban haciendo. La joven, viéndose presionada amablemente por los tipos de la autoridad, confiesa quienes estaban participando en dichos interrogatorios. Le piden que reuna a todos dentro de un cuarto de hora en la oficina del sheriff cuando averigüen que Luis andaba por el pueblo. Cuando se quedan solos los de la autoridad, Filton pide a Liverpool que les eche la bronca al grupo mientras va a enviar un telegrama al pueblo de Llanuras, Nevada, para averiguar qué ocurría realmente y la identidad del cochero. Al salir del lugar, el sheriff es vigilado desde cierta distancia por un sujeto. Un poco después, Samuel, estando en la oficina, les echa un rapapolvo a los cinco acerca de la investigación paralela sobre el incendio provocado que mató a Paul y a Nicky, que estaban llevando y de cómo los testigos se sentían molestos sobre el tema. Luis pide disculpas por parte de todos. En ese momento, un vecino avisa a Sam de que han hallado un cadáver en el saloom de Kruger. John va para allá junto al resto del grupo. Estando en el local, hallan a Nick con un disparo en la cabeza. Liverpool pide a Luis y a Kevin que avisasen a José mientras interrogaban a Leela y a Jesse. Estos lo hacen. Tras un breve interrogatorio, la pareja amiga de las víctimas responde no haber visto a nadie, ni oído nada. El doctor llega en ese momento y echa un vistazo al difunto Nick.

Tras un primer análisis, determina que la víctima murió hace una hora, más o menos.

Más tarde, llega un telegrama de Llanuras de las autoridades locales, explicando un poco la vida de Bryan y a lo que se dedicaba. Él era un periodista que trabajaba para la prensa local. Algunos de sus reportajes eran poco profesionales. Pero en el último, se pasó de la raya, encontrando algo gordo: un hombre llamado Ted Nail, dueño de un local de carruajes y hombre familiar, se había metido en varios asuntos sucios. En uno de ellos, fue pillado in fraganti por Bryan como testigo. La víctima hizo una captura y parece ser que chantajeó primero a Ted antes de publicarlo en el periódico. Tiempo después, Ted lo perdió todo tras no cumplir la amenaza que le hizo el reportero. Por eso, el sheriff de Llanuras y su ayudante, sospecharon siempre que tarde o temprano, Nail se vengaría de Bryan." Warren le enseña la noticia y el retrato que hacen de Ted a Edward y a Sam y los tres piensan que Ted siguió a Bryan, averiguando quiénes eran sus amigos. El motivo de que estuviera matando al grupo fue para vengarse de Bryan, haciendo sufrir a todos los que le importaban.

Más tarde, Leela va a un baño público. En ese momento, una figura pasa por debajo un papel quemado, atracando la puerta. Ella comienza a asfixiarse y pide ayuda desesperadamente. Jesse, que no estaba lejos, ve huir al extraño y decide salvar a su mujer. Al rato, llega Filton e interroga a la pareja sobre lo ocurrido. Jesse describe vagamente al sujeto, dado que era el único testigo. El sheriff les comenta, queriendo saber si conocían a Ted. Warren les enseña el dibujo y tanto Leela como Jesse les suena el rostro por el reportaje que hizo su difunto amigo, pero no sabían quién era realmente. Además de que ninguno es de Llanuras. Bryan solo estaba allí por trabajo. El sheriff explica, sin pruebas, que Ted podría ser el asesino. Se alegra de que la pareja esté bien.

Más tarde, Samuel y Warren, salen de un saloom tras haber almorzado, de vuelta a la oficina. Filton se da un codazo accidentalmente y sin ellos saberlo, con Ted Nail. Estando en la oficina, Warren, Edward y Samuel hablan sobre el caso sin llegar a ningún lado. Filton termina una frase mientras mira al horizonte, avistando un sin fin de carruajes: "Muchos carruajes. Muchos cocheros. A saber cuándo volverá a actuar Ted".


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