4x10:El cañón del diablo

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Pasa un tiempo desde que Warren y sus ayudantes perdieron la pista de Ted Nail, dejando que se fueran la pareja superviviente-Jesse y Leela-, de Villa Rocosa.

Hace un mal temporal: un fuerte viento con lluvias a su paso. No es muy seguro salir de viaje en estas condiciones, pero aún así Brad Stevens y Bárbara Paz lo hacen. El hombre tenía el pelo rubio largo. Los ojos claros y con una barba frondosa, facciones medianas, y estaba un poco grueso. Lo que más le caracterizaba era su sonrisa. Era algo despistado algunas veces y tozudo, al igual que su joven esposa. El temporal está empeorando al anochecer. Las lluvias fuertes traen truenos y rayos. La pareja, al ver la situación, decide refugiarse, escondiéndose en una de las entradas del Cañón del Diablo, un lugar donde se rumoreaba que allí nació el mal. Brad y Bárbara se refugian con los caballos. Cenan restos de alimentos calientes que le había hecho la madre de Bárbara a la pareja, habla relajadamente. Hacen el amor.

A la mañana siguiente, el mal tiempo ya se había pasado. Hace un día soleado, despejado de nubes. Un grupo de ladrones (dos hombres y dos mujeres) se paran en otra entrada del Cañón del Diablo cuando ven que los caballos ya no pueden trotar más. Los truhanes ven a un desconocido mientras descargan un botín de mucho dinero. Tres de ellos se burlan del extraño, que tiene un aspecto deforme, con ropa andrajosa. Esta última mata a los tipos que le estaban gastando bromas.

Se acerca a la última superviviente.

Más tarde, Warren, Edward y Samuel, junto al doctor José, van al escenario del crimen con sus respectivos caballos tras ser avisados por un grupo de navajos. Ellos tienen miedo del lugar donde están los difuntos. Los dos hombres y la mujer son identificados por pasquines antiguos que conservaba Warren, acerca de unos hurtos sucedidos a ranchos hace unos meses atrás. Estos son Mike, Tad y Sophie. Los dos primeros eran varones. Fornidos, con el pelo rapado y con aspecto de rudeza. Eran muy buenos con el revólver. El primero, según las declaraciones de varios testigos, parecía ser el cabecilla del grupo. El otro era un bruto que seguía las órdenes. Sophie era la única mujer y tenía unas facciones hermosas, acompañada de un espléndido cabello rubio limpio. Los tres tenían facciones grandes y eran delgados. Los cadáveres están brutalmente asesinados y el médico determina que los tres murieron a navajazos y agujeros de bala de un calibre pequeño hace más o menos unas horas. Los tres hombres de la autoridad con la información que les da el doctor, determina que los cuatreros fueron asesinados por una mujer y un hombre por los disparos, hechos probablemente con una Derringer y un hacha, o cuchillo. Aparte ven rastros de pisadas, donde una de ellas puede ser de mujer. Los tres, junto al equipo de indios comienzan a adentrarse en el Cañón del Diablo. Samuel y Edward, al ver asustados a los navajos, les preguntan del por qué tanto miedo al sitio. Filton les cuenta la historia, que está relacionada con las víctimas: hace unos años, una familia fue asaltada por esta banda de cobardes en uno de los pueblos del estado de Texas, matando a los padres. Los hijos huyeron, sin saber adónde hasta hace unos meses, que sospecharon que uno de los descendientes se alojaba en el Cañón del Diablo. Además, hay leyendas que cuentan que quien va al Cañón, desaparecen para siempre."

Tras una larga inspección por el lugar, para ver dónde conducían las pisadas de la joven mujer, no hallan nada. Vuelven por donde habían venido, separándose de los navajos. Warren, Samuel y Edward llegan a Villa Rocosa al anochecer. Sam y Laura Paz, los padres de Bárbara, eran unas personas ya mayores. El hombre era grueso, moreno, con pelado militar y rostro rudo. Ella era agraciada de rostro, con una melena rubia y facciones medianas. Ambos vestían elegantemente, rondaría los cuarenta y muchos, manteniéndose delgados. Estos están alojados en una pequeña habitación de un saloom. Abrigados bien, marchan a la oficina del sheriff. La pareja, preocupada, comenta a Filton y a sus ayudantes que no saben nada de Bárbara, ni de Brad desde hace un día ya. Los de la autoridad comienzan un breve interrogatorio para averiguar cuál fue el último lugar, y a que hora, vieron a la pareja. Sam y Laura dan toda la información posible. Warren los tranquiliza. Tras eso, la pareja Paz son acompañados de nuevo por los ayudantes donde se alojaban. Es en ese momento, cuando Warren va a la estación de ferrocarril y envía un telegrama sobre la difunta banda hallada en el Cañón del Diablo y ese crimen familiar que cometieron dichos truhanes en el pueblo de Texas. Tras eso, se va a cenar a su casa.

Por otra parte, en el Cañón del Diablo, Brad y Bárbara hablan tras hacer el amor. Ella tiene miedo. Él la tranquiliza, haciendo magia. Se vuelven a besar. Escuchan un grito de terror al final de uno de los muchos pasadizos donde están. Brad va a investigar, dejando sola a su mujer. Unos minutos después, el mago halla a Janet asustada, una joven agraciada de rostro, con el cabello moreno manchado de sangre, facciones medianas, delgada, tendría la misma edad que Bárbara, más o menos, y las prendas hechas jirones. Ella sigue a Brad y conoce a Bárbara. Janet cuenta a la pareja lo de los tres truhanes asesinados esta mañana. Se duermen. Más tarde, Brad y Bárbara escuchan gritos y descubren que Janet no está. Alumbrando, encuentran un rastro de sangre. Se asustan y deciden hacer turnos para reposar un poco.

A la mañana siguiente, en Villa Rocosa, Warren Filton recibe respuesta del telegrama que mandó. Lo lee en la oficina. Parece ser que la banda de Mike fueron los responsables de los crímenes familiares ocurridos en el pueblo de Texas. Las víctimas eran la pareja Fort.-William y su esposa Joy.- Que fueron asesinados en el salón de la morada. Sus hijos, Danko y Janet, tuvieron suerte y huyeron de aquellos crímenes salvajes. Filton ve las descripciones de los hijos y comprueba que Danko era un hombre, que debía ser alto, con la cara deforme y ancho de cuerpo. Poco pelo. Filton deduce que el móvil de los tres crímenes era la venganza y que seguramente Janet, por las pisadas pequeñas que se adentraba hacia el interior del desfiladero, los condujo al cañón para tenderles una trampa. Samuel y Luis entran en la oficina, donde el primero informa al sheriff sobre la preocupación que tenía los Paz de que aún no tienen noticias de su hija Bárbara. Es en ese momento, es cuando el segundo comenta que los navajos de su tribu habían hallado pisadas en otra entrada del desfiladero y un fular. Sam lo reconoce porque se lo había visto a Bárbara puesto en otra ocasión. Se van de la oficina como almas que lleva el diablo, llevándose al padre de Bárbara con ellos. Mientras, Brad despierta de una corta siesta en el interior del cañón y ve que su mujer no está a su lado. Preocupado, comienza a buscarla.

Un rato después, Brad Stevens se cruza con Warren y sus ayudantes, que iban con un pequeño grupo de navajos al mando de Luis en el interior del cañón. Stevens les explica la situación. Sam y Brad se pelean por la tensión que hay. Warren los separa y manda a todos a buscar en grupos de cuatro, o cinco personas, a Bárbara. Brad, preocupado, pregunta a Filton que es lo que lo que pasaba. El sheriff le muestra el dibujo de Janet y de su hermano Danko. Stevens reconoce a la joven que ayudó. El de la placa le dice que Janet no fue una testigo del crimen de la banda de Mike, sino la asesina, y seguramente la que planeó todo.

Mientras, en otra parte del desfiladero, como dos, o tres galerías más abajo de donde estaba la partida de rescate, se halla Bárbara. Atada a una roca por unas cuerdas y un fular en su boca. Está despierta de un largo sueño y ve a Janet y a Danko. Janet, la sonríe y le cuenta la verdad a la otra cuando Bárbara pregunta, perdida en el asunto: "Janet y su hermano Danko fueron testigos de cómo Mike y su banda asesinaban a sus padres en el rancho hace unos años. Los testigos huyeron de Texas y abandonaron sus tierras, escondiéndose en el cañón. Pasó un tiempo hasta que Janet halló a los truhanes por los periódicos que robaba al cartero cuando éste trotaba cerca del lugar. Ordenó a su hermano que era mejor que se escondiera en el desfiladero mientras ella averigua dónde y cómo introducirse en el equipo de pistoleros. Esto ocurrió meses antes de la venganza planificada. Danko ya era mayor para cuidarse solo y acató lo que le dijeron. Janet los encontró en un pueblo tras un robo a un banco, en un pueblo de Arizona. Ella se hizo pasar por otra bandolera que necesitaba dinero. A Tad le gustó y le pidió a Mike que la metiese en el equipo. Asaltaron varios sitios más antes de llevarles al cañón. Mientras tanto, y por lo que recibió el nombre ese desfiladero como el Cañón del Diablo, Danko asustaba, teniendo que matar alguna que otra vez para proteger el sitio donde se cobijaba." Aparece Warren junto a los demás. Asesinan en defensa propia a Danko cuando el deforme coge como rehén a Bárbara. La retenida abraza a Brad y a Sam, su padre.

Más tarde, Warren consigue una confesión de Janet, admitiendo que robó dinero antes de matarlos.


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