5x08:Hogueras y espíritus

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Pasa un tiempo desde que Edward Richards les cuenta a las hermanas Murphy como murió su padre, omitiendo algunos detalles. Les comenta que seguramente sería un buen padre.


Primer caso


Dick East cabalga junto a Warren Filton porque el sheriff le quiere enseñar el pueblo dado que el otro se lo pide como favor, para cuando venga a verle su mujer desde Atlanta, que es de donde es originalmente el doctor. Echa de menos a su mujer y cada cierto tiempo la escribe telegramas. Filton, interesado en cómo es Atlanta, le comienza a preguntar sobre cómo se vive allí. El otro le cuenta maravillas del lugar y de su familia. En ese momento, ambos hombres hallan el cuerpo de un hombre aún quemándose y con unos buitres volando en círculos sobre él en mitad de un campo desértico. Se apean de los animales y ven que no hay nadie a kilómetros a la redonda. Apagan el fuego que le cubre con unas mantas que llevan en los caballos. Al lado de ellos, todavía sigue encendida una pequeña hoguera. La apagan. Filton pide al doctor que vaya a buscar a Sam Liverpool para que les eche una mano con el caso. Pasa el rato y el de la placa se refugia del sol que hay bajo uno de los pocos árboles que tiene el lugar. Espera una hora larga. Bebe de una cantimplora. Se humedece los ojos. Al final ve llegar a Dick con Sam en sus respectivos caballos. Los tres, estando bien hidratados, comienzan a analizar el escenario del crimen, hallando cristales rotos de unas cuantas botellas cercanas al difunto. En varios vidrios hay sangre. Dick analiza el cadáver y deduce que murió abrasado por el fuego de la hoguera. También haya cortes en ambos pies y los tres piensan que pisaron el cristal antes de incendiarse. No ven pisadas cercanas. En uno de los cactus que hay, Liverpool halla una foto y un nombre: Don. En la imagen negra y blanca se ve a un hombre de melena larga y rubia, como su barba de tres días. Facciones grandes y ojos claros. Un poco grueso y grande de estatura. No ven pisadas salvo las suyas en el escenario y deducen que murió por causas accidentales, pero, ¿Cómo ocurrió dicho accidente? Dick les asegura que lleva un par de días muertos más o menos por la descomposición del cuerpo.

Más tarde, Warren, Samuel, con ayuda de Dick, llevan en un carromato al difunto Don. El doctor recuerda de haber visto a la víctima en el saloom de la pareja Holmes (Jessica y Hugh). Se lo agradecen. Cuando dan a la víctima al enterrador, los tres hombres vuelven al pueblo para descansar. A la mañana siguiente, tras desayunar en el saloom donde van a interrogar a sus dueños, hablan con ellos sobre la víctima. Si lo conocían de algo. Tanto Jessica, como Hugh les responde que Don se registró junto a otra pareja. Les dan sus nombres (Kate y Sam) hace unos días. Así que los de la autoridad deducen que tanto el difunto, como sus amigos eran forasteros. Les dice también donde poder encontrarlos, dado que la pareja les ha preguntado acerca donde hallar el Cañón Blanco, un lugar cerca de la reserva india de Wes. Los de autoridad se lo agradecen a los propietarios y se suben a sus respectivos caballos, cabalgando lo más aprisa posible, porque es muy posible que tanto Kate como Sam estuviesen en peligro, dado que los navajos, la mayoría de las veces, usan ese sitio para cazar y no les gustan los forasteros. En ese momento, los de la autoridad hallan a la pareja entrando por un estrecho camino hacia un cañón desértico cuando un grupo de indios les apunta con arcos y lanzas. Los navajos están a punto de matarlos cuando Filton negocia con ellos. Les pide disculpas, excusando a los forasteros, diciendo que no saben que este es territorio indio.

Al final, los navajos, advirtiendo a todos (tanto a la pareja, como a los de autoridad), de que no pisasen ese territorio sin antes hablar con Wes, les deja marchar. Ella es una agraciada pelirroja de facciones grandes y unos enormes ojos claros. Menuda y bien vestida, aunque asustada por lo que ha vivido en el Cañón Blanco. Sam es mucho mayor que Kate y con el poco pelo que le queda blanco. Un poco grueso, de mandíbula prominente y ojos claros. Más tarde, al mediodía, de vuelta a Villa Rocosa, al saloom de los Holmes, la pareja le agradecen a los de la autoridad que le hayan ayudado con el tema de los indios. Warren y Sam quieren que les hable de Don. Tanto Kate, como Sam ocultan algo que Filton se lo saca enseguida por un gesto de la joven esposa. La pareja accede a que los de la autoridad se registren en el cuarto donde están hospedados. Allí, tanto Filton, como Liverpool ven que la habitación está desordenada y los objetos tirados por el suelo. Sam confiesa que tanto él como Don se pelearon por el amor de Kate, pero les jura que se marchó al campo ileso. Los de la autoridad, al no hallar nada de interes en la habitación, se marchan a hablar con los dueños y confirmar lo de la pelea. Jessica y Hugh confirman que oyeron ruidos y vieron a Don marcharse solo una hora antes de su muerte hace dos días. Los de la placa piensan que a desahogar sus penas con el alcohol.

Más tarde, volviendo al escenario del crimen. Analizan la hoguera apagada, los trozos de cristal hecho añicos y piensan que "Don se bebió las cervezas que tenía en su caballo, del cual debió huir porque no lo encontraron. Se emborrachó y enfurecido por no haber conseguido el amor de Kate, lanzó algunas botellas contra el suelo. Tras eso, como comenzaba a refrescar, fue a buscar unos cuantos palos, encendiéndose después. Siguió bebiendo poniéndose más borracho. Pisó los cristales con los pies descalzos y cayó a la hoguera, donde se quemó." Es una posible causa de la muerte. Sam añade "el hombre antorcha".


Segundo caso


Edward Richards está leyendo unos informes sobre un caso antiguo sobre un gunman asesino llamado Nicolás, o como le llaman, el espíritu. Estos documentos que está ojeando con tanto detenimiento el ayudante de Filton son respuestas de telegramas que envió hace unas semanas para que investigara un caso abierto. El motivo, dos de las víctimas eran familiares de Ethan y Shannyn. Ambas personas se conocían de vista, pero sabían que habían perdidos a sus respectivos familiares por parte de el espíritu. Ethan es un joven, que ronda los treinta, más o menos. Delgado, fornido, pelo un poco corto, rubio. Facciones medianas y ojos claros. Va bien vestido. Shannyn es una mujer mitad mexicana, mitad blanca, de tez morena, al igual que su cabello. Agraciada de rostro. Esbelta y con unos ojos que llaman la atención. Él había perdido a su hijo (Michael), como ella a sus dos críos (Lucas y Juliet). Ambos fueron a denunciar esas desapariciones a Filton, que investigó en su tiempo, hallando los cuatro cadáveres enterrados hasta la mitad y con un tiro en el torso cada uno. Informó a Ethan y a Shannyn de que sus respectivos hijos fueron asesinados por ese malhechor porque siempre usaba el mismo modus operandi en todos sus crímenes: drogaba a sus víctimas adolescente -mujer o hombre.-, daba igual. Los enterraba hasta la mitad del torso y les disparaba un tiro en la cabeza. Ya había hecho lo mismo en más de cinco estados. No hubo testigos, ni pruebas de cómo era aquel hombre. Lo único que tenían en común las víctimas era el modo en el que morían. Sabían su nombre porque una de las primeras víctimas le llamo así, Nic. Pero la autoridad nunca supo su verdadero nombre. Era rápido como un espíritu en cometer sus fechorías y de ahí, que le apodaron así. Juliet era una joven rubia, agraciada de rostro y se parecía mucho físicamente al marido de Shannyn. Lucas era el menor de los hermanos. Cabello moreno y casi siempre iba bien vestido. Al igual que Juliet, se parecía físicamente al padre. Michael, el hijo de Ethan era un joven de la misma edad que los otros dos mencionados anteriormente. De aspecto físico, su rostro era parecido al de su madre, la esposa de Ethan. Pelo largo moreno y facciones grandes. Tanto Michael, como Juliet y Lucas desaparecieron el mismo día.

Tanto Ethan como Shannyn insistieron unas cuantas veces más a Filton de que siguiese con esa investigación, pero él al no tener pruebas, dejó el caso. A las pocas semanas, la pareja volvió, hallando a Edward solo en la oficina, y dado que no había investigado oficialmente el caso, quiso echarles una mano, para ver que hallaba. Por eso, mandó, sin que se enterase Warren, unos telegramas a los estados donde había actuado ese tal Nic. También, por otro lado, habló con el doctor, echando un vistazo a los escenarios de los crímenes, sin hallar nada. El sheriff, como es lógico, se enteró, y le ordenó que no siguiese investigando. Le cuenta todo lo que él investigó. Edward dijo que si a que no seguiría con el asunto, pero en realidad quería ayudar a esos padres a poder hallar al truhán de sus respectivos hijos, es por ello que no abandonó el caso. Y de ahí, que leyese las respuestas de estos telegramas que envió a esos estados donde Nic actuó.

Más tarde, Edward lleva a los escenarios de los crímenes a Ethan y a Shannyn, contándoles que el asesino lo hizo por placer. Y no solo fue él el que llegó a esa deducción, sino Filton, como el resto de los sheriffs que investigaron los diferentes crímenes de Nic. Parece ser que ese espíritu enterraba a sus víctimas hasta la mitad, después de drogarlas, y las mataba con un tiro sin que ellos pudieran reaccionar. El ayudante sintió no poder presentarle más teorías, ni tampoco, porque no había.

En ese momento, en otro estado, en mitad de un gran desierto, se ve a un hombre barbudo y de cabello rubio, grande como un armario. Silbando y con un revólver en mano. Este tiene a su próxima víctima enterrada hasta la mitad del cuerpo, dentro de un agujero. Dicha víctima se despierta, llorando. Es ahí cuando el espíritu le mata. Sigue silbando.


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