6x04:Negocios mandingos
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Tras resolver los dos casos, Warren Filton decide conocer más a Nuria Fernández.
Marina Rojas se va del pueblo tras unas semanas con Edward Richards.
Pasa el tiempo.
Es un día de primavera cualquiera cuando Nuria, con un vestido elegante, va al saloom de Josh Wincott para tomar el postre. El dueño está un poco más delgado, con el pelo corto moreno y en punta. Y está un poco sonriente al ver que su negocio prospera. Pero eso lo muestra poco, porque sigue siendo antipático y seco con la gente. Josh y Nuria hablan en la barra del local, un rato sobre sus vidas hasta que ambos ven aparecer a Warren y ella le saluda. Filton hace lo mismo con los otros dos y pregunta a Josh como le va la vida. Wincott responde con un "bien" a secas, no dejando de mirar a la bella india de la cual se ha enamorado Filton. Y ella también. Warren, con recelo del otro, ve una mesa libre y pide a Nuria sentarse con él aparte. Ella acepta. Josh, un poco más tarde, les sirve el postre a la pareja en la mesa. Los otros dos toman el alimento felices. A Josh no le importa aquella relación, aunque admira la figura esbelta de la mujer. Warren, más tarde, acompaña en un agradable paseo nocturno, a Nuria hasta su casa, dado que son vecinos. Están a punto de besarse con esa brisa soplando agradablemente cuando de repente, John Kruger aparece sudoroso y nervioso. El ex abogado pide disculpas al sheriff y a su vecina para que acuda al saloom de Hugh y de Jessica porque han hallado el cuerpo sin vida de una mujer joven en un cuarto. Warren pide perdón a Nuria y esta lo entiende. Se besan y Filton se marcha junto a Kruger al escenario del crimen. La víctima está tumbada en una litera. De aspecto físico es una preciosidad, morena de pelo, al igual que de rostro. Con vestimenta elegante. Dick ve que muere tras echar un primer vistazo que ha muerto de un disparo hará más o menos una hora. El sheriff investiga el cuarto e interroga tanto a los huéspedes como a los dueños. Josh Wincott, que estaba sacando la basura minutos después de que se escuchara el tiro, identifica a la joven difunta como Meta, dado que había estado en su saloom los precios son más caros que en los de Hugh y Jessica Holmes. Los dueños del establecimiento también la identifican. Aparte, aseguran haber visto a otra mujer con ella. Se la describen y les dicen su nombre. Creen que se llama Jeannette. Warren se lo agradece y cansado, se va a dormir un poco a su casa. Mientras, José, llama al enterrador para que se lleve a la víctima. Pero cuando la bajan por las escaleras del establecimiento, un cliente monta un escándalo, asegurándose de que conoce a Meta. Avisan al ayudante del sheriff, Edward. Este viene rápidamente al saloom de los Holmes y detiene al joven hombre rubio.
Más tarde, aclara el hombre identificándose como A.J, que Meta estaba metida en un lío peligroso, aunque no sabía cuál era exactamente. A.J es un joven apuesto y de barba de tres días rubia, al igual que su cabello, un poco largo, pero acicalado. Este reconoce conocer a tal Jeannette, por ser testigo de algo peligroso, al igual que Meta. Aunque sabe donde vive y le dice también que Jeannette está comprometida con un tal Thomas. Edward cree que A.J está ocultando algo, pero no puede demostrarlo, dado que es un hombre de pocas palabras. Al igual que confuso.
A la mañana siguiente, Warren, tras haber desayunado bien, escucha todo lo que ha recopilado Edward del caso. Ambos hombres van a hablar con Jeannette y con Thomas tras no sacar ninguna palabra a A.J en un segundo interrogatorio. La pareja vive en un rancho pequeño de una planta. Jeannette es una mujer mayor, de cabello rubio y algo seria por su expresión. Delgada y vestimenta veraniega. Su esposo Thomas es un hombre espigado, con coronilla y cabello canoso a los lados. Y con unos ojos color azul claro que dan miedo. Algo fornido y de facciones grandes. Los interrogan acerca del crimen de Meta y en qué podría haber estado metida la víctima. También insisten en que clase de negocios está metido el hombre. Tanto Thomas, como Jeannette declaran una medio verdad. Los hombres de la autoridad se van, sabiendo que ocultan algo. Edward va a un saloom para desayunar algo, dado que está famélico. Warren le acompaña y hablan sobre el caso. Sobre quién tendría motivos para asesinar a Meta y el por qué. Por otra parte, Jeannette no miente respecto a que le hizo una visita a Meta antes de que fuera asesinada. Pero eso no es suficiente para encerrarla. Tras el desayuno, Filton pide a Richards que averigüe más sobre la vida de esas personas enviando telegramas con sus descripciones a estados colindantes. Más tarde, dando un paseo Edward y Warren van a la herreria de Kevin Notherland, donde este les informa que hay una mujer que quiere hablar con la autoridad. La desconocida se llama Clea. Es una mujer gruesa, no muy agraciada de cara. Morena, con el pelo cortado en tipo paje.
Facciones medianas. Kevin le presenta a la mujer a los otros dos hombres. Clea comenta cosas sobre Thomas, Jeannette y Meta. Cosas sobre como los tres estaban metidos en un negocio ilegal de las ventas de esclavos. Les da un sobre lleno de papeles a los tipos de la autoridad para que obtuviese más información. Warren y Edward la interrogan y ella declara sobre todo lo que sabe de aquel chanchullo. Tras eso, los hombres de la autoridad llevan a Clea detenida a la oficina. La joven acepta parte de la culpa y la condena que se le encomiende. También está dispuesta a firmar una confesión. Tras eso, la encierran en una celda. Al lado está A.J.
Warren vuelve a salir de la oficina, quedando Richards como vigilante. Filton cabalga a la morada de Jeannette y de Thomas, sin hallar al hombre dentro de la vivienda, dado que la puerta principal está abierta y parece que ha ocurrido algo malo en su interior. Warren halla a Jeannette muerta en un salón. Piensa: "algo malo pasó y terminó mucho peor". Tumbada en un sofá con una bala en el torso. Pide a un vecino de la calle, que ve pasar, que avisara a Dick. El otro lo hace.
Más tarde, Dick analiza qué Jeannette muere de un tiro en el torso, hecho por un calibre grande. El tiro no debió sonar dado que usaron un cojín como silenciador. Al final, Filton halla dicho cojín y deduce tras la información obtenida, que Thomas mató a su mujer por los negocios de mandingos esclavos. Por avaricia, dado que falta mucho dinero en una caja fuerte. Puede haber otro motivo por el cual silenciaron a Meta, y es que ella, según las declaraciones de Clea, estaba a punto de hablar con las autoridades, pero Jeannette se aseguró de que no lo hiciese. Y luego la asesina también pagó el castigo cuando su esposo la asesinó. Además, varios vecinos identificaron a Tomas marchándose de la casa un poco antes de que Warren la hallase difunta. Filton vuelve a la oficina y habla con A.J. seriamente para que le comente que hacía Meta en ese negocio de venta de esclavos. Él le asegura que solo los recogía de un punto y se los llevaba a Thomas y a Jeannette a otro.
Más tarde, hallan a Thomas en la estación tras buscarle por toda Villa Rocosa. Warren, tras un duro interrogatorio y mostrarle las declaraciones y las pocas pruebas que tiene, el sospechoso, con esos ojos azules de frialdad, confiesa malhumorado que Jeannette mató a Meta porque iba a hablar y él a ella para quedarse con el dinero y que no hubiese testigos.