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Pasa el tiempo desde que resolvieron el caso de Dillinger en Villa Rocosa.
Primer caso.
Leland Morse se traslada de Missouri, donde estaba alojado en un rancho José Jiménez, su objetivo, a un pueblo cerca de Méjico llamado San Lorenzo del Escorial. Al llegar allí, sudando, pide unas cuantas cervezas, sin perder de vista a José Jiménez. Averigua incluso donde se aloja y está esperando a que haga algo fuera de lo normal, como llamar a sus antiguos contactos. No solo quiere a José, sino a toda la banda de pistoleros peligrosos mejicanos con los cuales se ha asociado. Pasan dos días desde su estancia en el pueblo. Al segundo, Leland, ya más asentado, va a la oficina del sheriff a hablar con el sheriff David y le pregunta que si José ha hecho algo ilegal durante estos dos días mientras el caza recompensas descansaba. El sheriff y él se han hecho socios para atrapar al truhán y compartir la recompensa que ofrecen por Jiménez.
David es un hombre de mediana edad, delgado y algo fornido. Caucásico. Pelo blanco corto y ojos claros y facciones medianas. Leland se va de la oficina, caminando solo por un callejón. Al rato, ven que le están siguiendo. Este se da la vuelta y se defiende, matándolos al ver que los tres pistoleros van a desenfundar sus revólveres. Leland se acerca a los difuntos y los examina de cerca. Uno es asiático, cabello un poco largo y algo fornido. El segundo es un tipo de estatura alta y pelirrojo, tiene barba desde hace semanas. El tercero es el más mayor de los tres, con el pelo canoso y flaco como un espárrago. Leland ve salir a David y le comenta lo que ha pasado. Revisa los cadáveres y ve que las víctimas estaban buscadas por las autoridades en estados y pueblos cercanos. Morse teoriza que aquellos pistoleros debieron ser contratados por José Jiménez por haberle seguido desde Missouri. David le pregunta ajustándose sus gafas de ver.
-¿Y qué va a hacer?-pregunta el sheriff, estando arrodillado al lado de una de las víctimas.
-¿Saben cómo se llama?-quiere saber el otro.
-Sí. El oriental se llama Rick. El mayor y el otro joven caucásico se llaman Jim. Eran pistoleros. Seguramente si le han seguido, ha debido de ser por dinero. Puede que ese fugitivo, les haya contratado.
-Ya.
Leland ve a unas jóvenes bien arregladas y se levanta.
-Hablaré con esas señoritas para confirmar esa teoría.-dice Leland.
-Tenga cuidado con ese tipo. Puede que José haya fallado esta vez. Pero puede acertar a la próxima.-recomienda David, levantándose también.
Leland tuerce el morro y se encamina hacia las mujeres, dando la espalda a David. Habla con ellas. La primera es una joven rubia, de cabello rubio y largo. Agraciada de rostro, con esos ojos azul claro que llaman la atención. Delgada. Esta se presenta como Alexandra. La segunda es una mujer preciosa, de origen asíatico. Morena de cabello y un poco gruesa, pero preciosa de cara. Esta se presenta como Brenda. Y la más mayor se llama Jessica, casi de la edad de Leland. Ronda unos treinta y muchos. Rubia. Las tres van elegantemente y sonríen al hombre. Leland, amablemente las pregunta si han visto a los tres pistoleros reunirse con un cuarto hombre. Se lo describe. Ellas se sienten al escuchar la descripción. Morse se lo agradece y enseguida cae en la cuenta de que fue José Jiménez quien contrató a los difuntos gunmens para cazarle. Mientras David habla con el alcalde del pueblo llamado Markus para mantenerlo al tanto del asunto y ver si puede ayudar a atrapar a José Jiménez. Markus acepta, poniendo pasquines por los locales de San Lorenzo del Escorial. El alcalde es un hombre mayor, serio, espigado, de cabello canoso, pero acicalado. Bien vestido. Leland informa a ambos hombres sobre lo que les ha dicho las mujeres. En ese momento, comienzan a pegar papeles por todas las paredes de los locales, esperando alguna respuesta. Pero sin respuesta. Pasan las horas. Al final, Leland, observa desde su catalejo a José Jiménez marcharse del lugar montándose en un carruaje. Va a reaccionar, pero se da cuenta de que está lejos para alcanzarlo. Jiménez es un tipo mayor, de la edad de Leland, casi los cuarenta años. Calvo y tiene los ojos claros. Algo fornido y tiene muy buena puntería con los revólveres que lleva consigo. Leland cubre sus ojos, bajándose el ala del sombrero.
Segundo caso.
Warren está bajo una presión al sentirse indefenso porque un revólver le está apuntando en la nuca. Una joven rubia, que está nerviosa, es la causante de que Filton se asuste. Sam saca su revólver y apunta a la tiradora, que también está muerta de miedo.
-¡No dispares!-ordena Warren a Samuel.
El momento de tensión se palpa en el saloom de John Kruger, que es donde está ocurriendo dicho acontecimiento.
Un día y medio antes.
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Warren Filton y Edward están bromeando mientras están en la oficina del sheriff. Cada uno está tras su escritorio. La noche ha caído. Hace un poco de calor donde sopla una mínima brisa. El lugar tiene las dos ventanas abiertas para que se ventile. En ese momento, llega Dick East, un poco nervioso y los otros dos ven que está sudando y tiene la ropa empapada. Warren, pregunta que es lo que le pasa preocupado. El galeno le explica que hay un caso de una posible enfermedad que se está propagando en estos momentos en el saloom de John Kruger. El sheriff y el ayudante dejan la oficina y van para el lugar del contagio. El sheriff y el ayudante ven en el saloom de John Kruger a un montón de chicos enfermos. Miriam es una joven rubia de ojos azules. Delgada y agraciada de rostro, aparte de delgada. Shane es un tipo de la misma edad que Miriam, unos veinte, fornido como un toro y pelo moreno corto. Cassie es una mestiza hermosa que cualquier hombre se enamora de ella por sus bonitos ojos color negro, al igual que su alargado cabello, y su sonrisa. Esbelta. Nina es otra mujer morena agraciada. Aubrey es un hombre fornido como un toro, de espaldas anchas. De piel color cafe. Tiene una barba frondosa. John está algo nervioso a la hora de vigilar tanto a los clientes enfermos a los cuales cuidar, como a los que están sanos. Los hombres de la autoridad le ayudan, pidiendo a los huéspedes que están bien, que abandonaran la estancia para prevenir más el contagio. Kruger se lo agradece. A John se le cierra un poco sus ojos azules de lo cansado que está. Piensa en que ojalá no esté enfermo.
Por otro lado, en el saloom de Tim, el dueño intenta ligar con Nuria Fernández al verla tan atractiva. Pero no sabe que la india ya está comprometida con Warren Filton. La indigena, con su dulce sonrisa y buena educación, le rechaza la invitación de salir con él. Es ahí cuando Tim se retira y se presenta de nuevo, pero esta vez como el dueño del establecimiento en lugar de como ligue. Aunque el hombre sigue admirando su bonito vestido claro.
Mientras, tras cenar todas las personas que están en saloom de Kruger, el sheriff y su ayudante comienzan a preguntar a los enfermos y los que no lo están. Investigan el local, averiguando que la comida ha sido envenenada por un olor dulzón que sale de uno de los platos. Hallan en uno de los recipientes una uña rota y un poco de sangre. Liverpool cae en la cuenta de que puede tratarse de Miriam, dado que se mordía las uñas cuando la estuvieron interrogando.
El sheriff ve el cuerpo sin vida de un roedor cerca de una de las esquinas del saloom y ve sangre en la boca. Deduce que el animal puede haber mordido a uno de los portadores del virus y se contagiara, muriendo horas después. En ese momento, Nina, con los ojos enrojecidos y tosiendo mucho, se acerca a pedir auxilio. Edward la sujeta cuando la otra tiene un traspiés. Nina le vomita encima de la ropa de él y cae muerta al suelo. Un rato después, Dick East llega al saloom de John Kruger y ve el panorama, se asusta un poco. Analiza el cuerpo de la joven Nina tras haber visto las prendas de Edward sucias por el vómito. El doctor avisa a Warren y a Edward de lo que está ocurriendo tras echar un primer vistazo a la difunta. Parece que Nina había ingerido un tipo de veneno y está compuesto por una mezcla de opio y canabis. Más tarde, Edward se siente mal mientras habla con Warren del caso. En ese momento, Filton ve a su ayudante mareado y le pregunta si está bien. El otro le responde que sí, pero en ese momento le empieza a temblar el brazo, seguido de todo el cuerpo. Le entra convulsiones y vomita en el suelo. Warren ve que está muy caliente y le toca la cabeza, tiene fiebre. Avisa a Dick urgentemente y entre los dos le llevan a una cama de un cuarto libre de la segunda planta. Warren, sólo, comienza a interrogar de nuevo a los muchachos (Miriam, Cassie, Aubrey y Shane), queriendo averiguar qué es lo que está pasando. Tras ponerse serio y explicarle la situación en la que están, uno de ellos confiesa. "Hace unos días, los chicos se fueron a una fiesta al aire libre y se emborracharon. Queriendo probar algo más fuerte que el opio, hablaron con una pareja que también estuvieron en la fiesta. Los identificaron como Becky y Troy. Ellos le dieron al pequeño grupo una nueva droga experimental hecha por ellos. Nina fue la primera en probarla, seguida de Miriam y de Cassie. La droga, en forma de pastillas, las ingierieron todos. Fue en ese momento cuando el narcótico comenzó a hacer su efecto, destrozándoles sus órganos vitales lentamente y haciendo que sus defensas bajasen. De ahí, que les diesen fiebre y comenzasen a brotar el virus en el saloom de John Kruger." Con esta información, Warren, sano, sale del saloom, pidiendo antes a Dick y a John que vigilase a la situación y controlarán a los sospechosos, e informa a Samuel Liverpool de los acontecimientos y le pide que vaya a buscar a esa pareja cuanto antes, o los infectados poco a poco irán muriendo. Pasa el tiempo, amanece. Nuria Fernández, preocupada tras enterarse del brote por Samuel Liverpool va al saloom de Kruger. John, Dick y Warren la llevan a una zona segura y ella habla a solas con Warren. Le trae el desayuno y le pregunta como está. Él la responde que está agobiado, pero manteniendo el tipo por el caso que están investigando. Y encima uno de sus ayudantes esté enfermo. Le agradece que haya venido. Se dan un pequeño beso y la hermosa india se marcha del saloom. Por otra parte, Sam halla a la pareja que vendió la droga experimental a los chicos hace unos días. Troy es un hombre de mediana edad, con barba algo frondosa y negra. Tiene el pelo corto y acicalado. Esbelto y algo fornido. Su mujer, Becky, es algo más joven. Ella tiene el cabello ondulado y pelirrojo. Algo agraciada y delgada. Liverpool, tras un duro interrogatorio, consigue que la pareja confiesa que vendió esa droga a esos chicos por dinero y le entrega el resto del alijo junto a la cura. Sam vuelve al saloom y ve a Miriam apuntando a Warren en la nuca cuando atiende a Cassie, que le duele mucho el estómago, a tumbarse en una litera. El error que comete Filton es dejar el revólver en una mesita de noche del cuarto donde está él, Miriam, Cassie y Dick. Samuel le ordena que baje el arma, pero ella se niega. Liverpool, amartilla el arma y Filton le ordena que no dispare. En ese momento de tensión, Samuel les explica a los chicos que tiene un antídoto para curar este virus. Miriam baja el revólver. Más tarde, curan a todos.