7x09:Rick

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Pasa el tiempo desde que las autoridades dejaron en libertad tras considerar que hacía justicia a los truhanes de Aldoni que habían golpeado brutalmente a Cassie. La pareja, poco después abandonaron el pueblo. Pasaron los meses y aún no había noticias de la caza y captura de Robert, el padre de Mike. Tampoco las había de Leland Morse. Eso preocupaba tanto a Warren, como a Chandra, la esposa de Leland. Ambos creían que José Jiménez, el padre de Chandra y a la vez fugitivo, podría haber matado a Leland por estar tras su pista.

Pasan los meses llegando a la estación de otoño. Hace un día de mucho calor, pero da gusto estar por la calle por el aire suave que sopla. A media tarde, Nuria y Warren están en una tienda comprando. En un pasillo de la estancia, la pareja se cruza con Sam Liverpool y John Kruger, que están comprando por separado. Los cuatro ven acercarse en ese mismo corredor a Jack Lemond y todos se saludan. Hablan un poco de cosas banales. Se separan. Jack Le, estando en la mesa donde el propietario paga a los clientes. Cuando Jack está dejando su compra encima del mostrador, se abre

la puerta principal y aparece un joven con gafas, con el revólver desenfundado y apuntando a todos los que están en el establecimiento.

Jack levanta las manos en signo de rendición, al igual que John y Nuria. El resto de los clientes imitan dicha acción. Entra Edward por la puerta principal en ese momento y saca su revólver. Warren y Sam también hacen lo mismo, apuntando al desconocido. El extraño, apuntando con su arma de fuego, sin ningún blanco fijo, está nervioso. De aspecto físico es un chico de cabello moreno largo. Facciones medianas y con ropa andrajosa. El sheriff le pide al chico que se relaje.

-Tranquilo, ¿de acuerdo?

El desconocido no hace caso. Warren, sutilmente, le pregunta, mientras avanza lentamente.

-¡No se mueva, o me mato!-grita asustado mientras se apunta a la sien.

Todos los demás, menos los de la autoridad se asustan.

-Está bien, está bien. Por lo menos dime cómo te llamas.-insiste Warren.

-Me llamo Rick.-contesta el desconocido.

Warren va a preguntarle cómo se llama cuando Rick sentencia su vida, diciendo.

-¡Esto ha sido culpa de ellos!

-¿De quienes?

Pero antes de que terminara la pregunta, el joven aprieta el gatillo, cayendo sin vida en el suelo. Los clientes se asustan y gritan desesperados. Nuria se abraza a Warren por haber pasado miedo. Todos quedan traumatizados por ese hecho. Pasa un poco el tiempo hasta que los tipos de la autoridad comienzan a investigar lo sucedido. Warren, Edward y Sam tranquilizan a los clientes y al vendedor y les piden cortésmente que abandonen el escenario del crimen tras haberlos interrogados. Nuria es acompañada por Warren a casa de él y la tranquiliza un poco más. Ella, sorbiendo, pide a Filton

que vaya a investigar lo sucedido, sentada en un escalón.

-¿De verdad no quieres que me quede?-pregunta él cortésmente.

-No. Estoy bien ya. No te preocupes. Además, voy a cenar rápido para luego dormirme enseguida.-contesta, lanzando una sonrisa falsa, disimulando el shock que tiene.

Warren no quiere discutir y por eso acata la "orden" de Nuria. Le da un beso en la frente mientras le acaricia una mano.

-Volveré al amanecer.-promete el sheriff.

Ella asiente y se dan un beso de despedida. Warren vuelve al escenario del crimen. Entra en la tienda y pregunta preocupado a sus dos ayudantes.

-¿Estáis bien, chicos?

-Más o menos, nunca había visto un suicido en directo, Y tú?-pregunta Samuel.

- Igual. Sabemos que la víctima se suicido, pero tenemos que tenemos que averiguar el por qué. Así que al lío.

-¿Por qué no te vas a descansar junto a Nuria? Nosotros nos ocupamos.-propone Sam.

Warren le mira con duda y luego a Edward que está de acuerdo con Liverpool.

-Vamos, Filton. Ella está aún en shock por el disparo y creo que no debe de estar sola. Nosotros ya buscamos algo y si lo hayamos, te informaremos mañana.-continua Sam con una media sonrisa.

-Ella me acaba de decir que está bien.-se queja Warren.

-Vamos, jefe. Hace nada volvisteis a estar juntos de nuevo. Que no, hombre. Nuria te necesita. Está asustada de lo que ha visto y es mejor, como dice Sam, que te quedes con ella esta noche.-interviene Edward.

-De acuerdo. Si insistís.-comenta Warren antes de irse del establecimiento.

Se para en el umbral de la puerta y se vuelve mirando a sus ayudantes.

-Gracias chicos. Pero informarme mañana.

-Lo haremos.

Tras irse el sheriff del establecimiento, Sam propone a Edward que él vuelva a la oficina de la autoridad mientras él interroga a los pocos testigos que han dejado sin interrogar. Edward está de acuerdo. Lo hace para saber de dónde vino Rick. Uno de ellos atestigua que vio al suicida discutir con un joven en la herrería de Notherland.

Samuel pasea solo de noche hasta la herrería de Kevin Notherland y ve al joven de cabello rubio dejando un objeto en una mesa de madera y de espaldas a él. Sam apoya una mano en el umbral y le pregunta.

-Buenas tardes, casi noche ya, ¿Cómo estás?

Kevin pega un respingo y se da la vuelta.

-Ah, Sam, eres tú, ¿Cómo estás? He escuchado lo del tiroteo, espero que todo el mundo esté bien.-dice Kevin algo preocupado.

-Todos no, por desgracia. El que ha provocado esto ha muerto. Era un joven algo desequilibrado. El chico estaba asustado por algo.

-Ah. Pobre, ¿Y qué quieres de mi?

-Rick, la víctima, me han dicho que estaba por tu herrería, o cerca de ella, y este estaba discutiendo con otro joven.

-No entraron. Tu víctima y el otro chico. Estaban frente a mi puerta. Se puede decir, que presencié la pelea.

-¿Y sobre qué discutieron?-se interesa Sam.

-Sobre algo de una broma que salió mal. Y parece ser que Rick era al cual le hicieron daño.

-¿Puedes describirme al otro tipo?

-Estuvo hace pocos meses aquí, en Villa Rocosa, con aquella joven mejicana a la que dieron una buena paliza. El caso lo investigó Warren, Edward y tú.

-¿Te refieres al prometido de Cassie? ¿Shane?

-Sí, ese.

-¿Está en el pueblo?

Kevin tuerce el morro y responde.

-Me parece que sí.

-¿Y qué pasó tras la disputa?

-Cada uno se fue por su lado. Y eso ocurrió sobre las nueve, lo sé porque miré mi reloj.-dice, señalando el pequeño reloj de oro que tiene Kevin.

-Gracias. Nos vemos.

Sam se va a descansar algo. A la mañana siguiente, Warren y Sam, tras haber desayunado por separado, van al saloom de John Kruger y de Tim Houston para saber si han visto a Shane por el pueblo y en qué bar está registrado. El segundo les contesta que está alojado en su establecimiento junto a dos mujeres más (Cassie y Miriam). Ambos hombres de la autoridad conocen a dichas muchachas, dado que Miriam se había intentado suicidar hace tiempo en el saloom de Kruger por el brote que hubo. Los interrogan en el cuarto que están los sospechosos registrados. Filton pregunta a Shane y a Cassie como están por el caso de Aldoni y ella responde que mejor. El joven se calla cuando Warren comienza a comentar lo que le pasó a Rick en la tienda. Miriam y Cassie no se lo pueden creer. Filton vuelve a sospechar de Shane de nuevo por lo que ha contado Kevin, de cómo presenció la bronca entre Rick y él frente a la herrería y le pregunta acerca de la disputa.

-¿Qué pasó, Shane? Te peleaste por algo, ¿verdad?-pregunta el sheriff-O nos lo cuentas aquí, o en la oficina. Averiguaré el por qué les nombró a ustedes momentos antes de su suicidio.-Mira a Shane.-Rick era un joven que puede que no fuese la mejor persona, pero no era como Aldoni.

-No tienen pruebas.-responde el sospechoso.

-Es verdad, no las tenemos. Será mejor que nos vayamos.-interviene Sam.

Shane no responde y dado que no tiene ningún tipo de pruebas, los hombres de la autoridad se marchan de la habitación. Saben que lo que han contestado Miriam y Cassie es una media verdad al decir que Rick era un chico raro y no saben el motivo de su suicidio. La ocultación de la verdad ha sido cuando Warren y Sam les han mencionado que Rick, antes de suicidarse, les había echado la culpa de su desgracia. Eso hizo que Shane, Miriam y Cassie respondieron con vaguedades haciendo que los de la autoridad no se lo creyeran. Por otro lado, Edward halla a Roger, el padre de Rick, y habla con él sobre cómo era su hijo. El hombre es un tipo de estatura baja y rubia, con el pelo ondulado. Chepado, pero bien arreglado. El hombre está bajo un porche de una gran casa, que es su finca. El hombre lleva unas gafas de lentes oscuras. Este está con dos personas más. Sus criados (Rik y Bárbara). Rik es un tipo alto, con ropa veraniega y clara. Pelo moreno largo y un bigote fino algo sucio. Es más alto que su jefe. Bárbara es una mujer de la misma edad que los otros dos, unos cuarenta más o menos, alta y rubia.

Edward habla primero con Roger y este se muestra despegado por el suicidio de su hijo Rick, dado que no le hizo mucho caso en los últimos años, aunque tras esa coraza que tiene, por dentro está abatido, aunque no se le nota la tristeza. Luego, interroga a los criados, donde Edward no tarda en descubrir una historia terrible y donde Roger no hizo nada tras habérsela contado su propio hijo. Roger no cuenta nada a Edward. Sus criados sí. Parece ser que Cassie, Miriam y Shane gastaron una broma pesada a Rick hace un tiempo. El perjudicado se lo comentó a su padre y Roger no hizo nada. El ayudante le pide al propietario que identifique al suicida como su hijo. Roger, difícilmente, se monta en su caballo y sigue a Edward hasta el cementerio del pueblo y poco después identifica a su hijo recién enterrado, en una tumba. Roger se derrumba y se echa a llorar. Más tarde, Roger va a la oficina del sheriff y se sincera con Warren y Sam, diciéndoles que culpa suya el no haber hecho nada tras la broma pesada que le gastaron a su hijo. Se echa a llorar de nuevo. Warren le da un vaso de agua mientras le anima.

-Ningún padre debería pasar por la muerte de un hijo.-dice Warren.

Roger afirma con la cabeza mientras cruza los dedos. Se quita las lágrimas secas con un pañuelo. 

Pasan las horas. Tras el almuerzo en el saloom de Tim Houston, Warren, Sam y Edward se cruzan con Shane, Cassie y Miriam a punto de salir por la puerta de vaivén. Filton les pide que se queden en el local. Las dos mujeres y el hombre aceptan. El sheriff les cuenta lo que realmente le hicieron a Rick para ver si alguien muestra culpabilidad. Shane se mantiene callado. Las otras dos igual. Al final, tras unos instantes de tensión, Cassie confiesa que solo le querían gastar una broma, pero se les fue de las manos. Miriam lo admite y al final Shane también. Los de la autoridad les dejan marchar.

Por otra parte, Aisha, la criada de José, en plena calle y sosteniendo un paraguas, estando bajo él por el sol de justicia que hace, yendo a la casa de José Sánchez, se cruza con Sean Lambert y se saludan. Hablan. Él la contempla un poco por lo bella que es cuando la ve marcharse. Piensa, mientras la admira, diciéndose que tenía mujer. Que está casado.


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