7x11:Ajuste de cuentas
Introduce un texto aquí...
Pasa un tiempo desde que se resuelven ambos casos. Aún se sigue sin descubrir dónde está Leland Morse y su fugitivo. Pero respecto al otro truhán que están tras él desde hace un tiempo, Robert, el padre de Mike y cómplice de asesinato en el caso de Lindsey y su amante, parece que la vida les da una oportunidad para atraparlo.
Es una tarde soleada cualquiera. Warren, Sam y Jason, con sus revólveres cargados, se adentran en un granero enorme tras matar a dos pistoleros que andan también tras Robert. Este último es hallado por Warren y Filton le mata en un rápido duelo.
Dos días antes
---------------
Ya es mediodía. Warren y Nuria están en la herrería de Kevin Notherland para arreglar una herradura de la yegua de ella. Notherland mira a la pareja mientras termina el trabajo.
-Solo unos segundos.-dice el rubio herrero mientras tira un cigarrillo que ya casi se ha fumado.
Lo pisa con una bota llena de espuelas. En ese momento, llega un lugareño y avisa al sheriff de que Juana ha visto a alguien dejar algo sospechoso en la puerta de su casa. La criada de Filton lo cogió y aseguró que era una amenaza escrita en un papel con sangre. Nuria y Warren vuelven a la casa de Filton e interrogan a Juana. La criada, algo menos asustada cuando ve al sheriff. Vestida de uniforme y decidida, comenta a la pareja lo que ha pasado. El joven hombre de la autoridad lee la nota ensangrentada y ve que es una amenaza en toda regla. Ambos tranquilizan a Juana. La criada le describe al hombre un poco y el sheriff deduce que puede que haya sido Robert, el padre de Mike. Warren se despide de las mujeres, tranquilizando a su sirvienta y dando un beso en los labios a Nuria. Ambas mujeres se adentran en casa de Nuria Fernández, apartándose del calor abrasador que comienza a hacer, aunque el cielo está comenzando a nublarse de repente. Mientras va caminando, le cae una lluvia repentina a Warren. Este se protege del temporal resguardándose en los techos que hay en las entradas de los salooms. Él protege la nota amenazadora hasta llegar a la oficina. Allí encuentra a Sam y a Edward y les explica la situación. Tras eso, deciden ir los tres a la estación del ferrocarril y que escriban telegramas diferentes, enviándolos a estados colindantes. Por otra parte, tras hacer esa tarea, deciden buscar a Robert por todo Villa Rocosa, preguntando en salooms y comercios mientras se refugian del tiempo lluvioso. No tienen éxito. Un día después de que amainara la pequeña tormenta, dos asesinos van a la casa de Warren y a la de Nuria. Primero entran en la de ella, registrando el lugar. Ven que no hay nadie. Aquella intrusión despierta a Nuria, que se despierta en la cama de Filton junto a él. El hombre también abre un ojo y enseguida coge su revólver. Ambos sienten el peligro cuando escuchan la puerta principal de la casa de Filton derrumbarse. Warren ve a los intrusos. Uno es joven y moreno. Con un bigote sucio. El otro bandido es más alto de estatura que su compañero y con el pelo canoso. Se nota que es más mayor. Sus ojos claros se fijan en que Warren está dentro de un cuarto. Hay un pequeño tiroteo mientras Nuria grita de terror. Filton la defiende, saliendo de la habitación mientras dispara sin un tiro fijo. Se da cuenta pocos minutos después de que ambos truhanes han huido de su morada. Tranquiliza a Nuria.
Más tarde, Warren y Nuria son interrogados por Edward y Sam. Filton describe un poco el aspecto físico de los pistoleros. Tras eso, muestra a sus compañeros el tambor del revólver para verificar que hizo tres tiros de los cinco que hay en el salón de su morada. Después de que el sheriff sea inocente y que estaba actuando en defensa propia, los tres van a interrogar a algunos vecinos para averiguar algo más sobre esos criminales. Unas hermanas ya mayores describen mejor a los truhanes. Lucinda es una de las testigos. Ella es madura y agraciada de rostro. Morena como la hermana. Annie tiene el cabello más negro que su familiar y guapa. Ambas son esbeltas y visten bien. Se preocupan algo por Warren y Nuria cuando Filton les comenta la situación. Lucinda pregunta y este contesta amablemente. Les agradece su preocupación antes de irse con sus ayudantes. Más tarde, los tipos de la autoridad se pasean por el pueblo entrando primero en el saloom de John Kruger y luego en de Tim Houston. Ambos dueños aseguran haber visto a un tipo que se ha identificado como Marshall y dice llamarse Jason. Este les ha preguntado dónde podía encontrar al sheriff. Ambos se lo indican. Warren, Samuel y Edward vuelven a la oficina en esta tarde de fresco, encontrándose con Jason. Los cuatro hablan sobre el caso. Por un lado, Jason identifica a los asesinos que han intentado matar a Filton y a Fernández (Michael y Kevin). Por otro, Warren también le habla sobre el tipo al cual vio Juana en la casa de Filton. De la nota ensangrentada que ha dejado por debajo de su puerta Robert. Tras eso, los cuatro tienen una idea para atrapar a todos los criminales: poner pasquines por toda Villa Rocosa, con la descripción de esos tipos y ofrecer una recompensa generosa a quien ayuda a los tipos de la autoridad a decirles el paradero.
Mientras, un hombre de espaldas anchas y mal carácter, con el pelo liso alborotado, camina hasta la morada de Filton. Ve a Juana limpiar el porche mientras Nuria habla un poco ella. El hombre maduro pregunta de malas maneras dónde está el sheriff del pueblo tras haberse identificado como Alan, el abogado de Robert. Las mujeres piden, primero con educación que lo puede encontrar en la oficina. Pero Alan comienza a decir que no había hecho un largo viaje a Villa Rocosa para nada.
-Escucha, encanto, no he hecho una travesía tan larga para que me digan que el sheriff de este jodido pueblo no está en su casa.-recrimina el hombre.
Tras eso, Juana le ruega que se marche de allí. Alan, tras ajustarse un poco el conjunto caro que lleva, se marcha. Más tarde, Warren, al volver a su casa y ver a ambas mujeres alteradas por el suceso de Alan, les preguntan cómo es ese tipo. Tras eso, recorre todo el pueblo hasta encontrarle tomando unas cervezas en el saloom de John Kruger. Salen a la calle tras haber comido algo los dos y discuten el asunto de la mala educación que Alan había tenido con la esposa de Filton y su criada. Alan le pide disculpas y le responde cuál es el motivo por el cual está allí. Alan asegura que Robert es inocente sobre todas las muertes, incluida la de Lindsey y su amante, y también sobre el contrabando de armas que hizo con el difunto general Denis. Warren lo rebate mientras le están dando unos fuertes rayos de sol en sus respectivas caras. Se refugian en debajo de un pequeño porche de un saloom. Al final no llegan a estar de acuerdo.
Más tarde, mientras Warren hace algunas compras por el pueblo, Jason, Sam y Edward, en la oficina del sheriff, son informados por una pareja de personas mayores que han visto a los tres truhanes que buscan en un rancho viejo abandonado, no alejado de Villa Rocosa. Los tres se lo agradecen y sus ayudantes (Edward y Sam) deciden buscar a Warren primero antes de cabalgar al rancho. Jason, por las indicaciones que le dan, decide ir solo al viejo lugar y esperarles. A los otros le parecen bien.
Los tres matan a los asesinos antes de que matasen a Robert. Este último es asesinado en un duelo con Warren. Tras eso, aparece de repente, Alan en el rancho abandonado. Warren y Alan hablan más tranquilamente y el abogado del difunto admite que tienen razón los hombres de la autoridad en la culpabilidad de Robert en todos las fechorías que ha hecho.
-Y siento haberme comportado de mala manera con su mujer y su criada.-se disculpa Alan.
-No pasa nada.-dice Warren.
Ambos se dan la mano y Alan se monta en su caballo. Cabalga hacia el ocaso. Jason también se sube a su montura y se va de Villa Rocosa.
Jamás se supo el verdadero motivo por el cual Kevin y Michael querían matar a Robert. Jason creyó que a lo mejor Robert les había robado, pero nunca hubo pruebas suficientes para demostrarlo.