7x12:Venganza
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Pasa el tiempo desde que capturan a Robert.
Primer caso.
Tras una pequeña celebración en el saloom de Jack Lemond por la muerte de aquel asesino, se acaba la época de la primavera. A comienzos de verano, una tarde cualquiera, en una tienda al aire libre de Villa Rocosa, Nuria y Warren, que están comprando alimentos, ven a Aisha llegar para también hacer la compra de algunos utensilios. Se saludan y siguen cada uno con sus tareas. En ese momento, en la tranquila tarde que hace, sin muchas personas en la calle, ni en el puesto, se escucha un grito. Varias personas que vienen de la calle adyacente donde hay un pequeño parque para pasear, ven al sheriff y le piden auxilio. Warren, preocupado, pregunta qué sucede. Uno de los lugareños atestigua que han hallado a un joven en uno de los árboles del parque, ahorcado. Filton se despide de su mujer y va para la escena del crimen. Más tarde, cuando descuelgan al difunto del árbol, la víctima es identificada. El aspecto físico de aquel joven es muy grueso. Tiene las facciones grandes y el pelo moreno corto. José echa un primer vistazo al muerto y aparte de la marca enrojecida que tiene en su gruesa garganta, no haya ningún otro rastro de arma. Piensa que se ha suicidado. Filton pregunta por la cercanía del parque hasta que al final lo identifica como Dean, dado que uno de los vecinos conoce al jefe de la víctima y sabe quién es el difunto. Sánchez ve un hematoma en sus brazos, que no ha visto antes y decide quitarle con ayuda de Filton la parte de arriba de la ropa. Ambos hombres ven distintas cicatrices que deducen haber sido hechas hace ya tiempo.
-Mira esto. Que ha podido pasarle.-se pregunta el médico mientras se coloca sus gafas de culo de botella.
-Es como si le hubieran maltratado durante mucho tiempo. Puede que esas marcas estén hechas con un cinturón o cuerdas.-teoriza el sheriff al ver esos hematomas en la gruesa piel de Dean.
-Maltratado durante mucho tiempo. Y puede que eso le haya provocado suicidarse en público.
-Puede que suicidarse en público para mandar un mensaje.
-¿Cuál?
-Hallar a los que abusaron de mí.-teoriza, mirando la rama donde se ahorca Dean.
-Pero ¿si se suicidó...?
-Fue un suicidio, de eso no hay duda. Ahora hay que encontrar a los que le llevaron ahí...Algo malo pasó...y acabó mucho peor.-conjetura Warren sin prueba alguna.
El sheriff mira a la víctima gruesa y recuerda sus malos momentos en el colegio caro de Filton, cuando le acosan y le encerraron en una taquilla durante horas varias veces. Ambos hombres se tapan la nariz al ver que el cuerpo huele fatal. El sheriff registra sus prendas y descubre un resguardo de un saloom donde se hospedó durante una noche. Interroga de nuevo al dueño sobre qué es lo que hacía Dean allí y el hombre le entrega un justificante firmado por el jefe de la víctima, que es conocido por las contribuciones que hace al alcalde de Villa Rocosa, un tipo llamado Peter. Por otra parte, ayer Dean tuvo visita de sus "amigos" a eso del mediodía, dado que Dean se registró temprano en la mañana. Parece ser, que aunque el difunto ocultaba bien sus sentimientos, se le notaba que esos "amigos" fueron malos con él por la forma en la que le trataron ayer en el saloom, según atestigua el dueño del local. Warren se lo agradece y se va con su sombrero a otra parte. Piensa que tiene que interrogar a Peter, el jefe de Dean para que le aclarara algunas cosas y conocer a sus "amigos" antes de regresar a casa.
Más tarde, en el gran rancho de Peter, que está cerca del pueblo, Warren desmonta de su caballo y lo ata a un poste que hay cerca de una vivienda de tres plantas que parece cuidada. Del hall sale un apuesto hombre de mediana edad y admite que no sabía nada de las burlas tan ofensivas que le hacían a Dean. Pero Warren desconfía cuando ve que lo dice con una frivolidad y no está apenado por la muerte de su trabajador. Tras eso, el sheriff pide interrogar a los "amigos" del difunto tras haberle explicado Peater que ayer les dio el día libre a todos. Peter, con sus ojos verdes oscuros, mirando fijamente al sheriff, le pide por favor que le siga hasta las cuadras donde se encuentra ese grupo. Peter les presenta a los seis miembros (Alex, April, Dimitri, Tom, Tuppence y Larissa). El primero de todos es un joven apuesto y parece ser el que encabeza el equipo. Pelo un poco largo y rubio y se ve la maldad a través de la mirada fría que lanza a través de sus ojos color verdes oscuros. Es pareja de Larissa. April es una mujer atractiva, a la vez que despiadada, pero sin muchas luces. Es la novia de Tom. Dimitri se le ve un tipo joven listo y atractivo. Barba de pocas semanas morena, al igual que su cabello, algo largo. Tom es el típico hombre rudo y fornido del grupo. Tuppence es una joven atractiva y a la vez a quién deben temer cuando se enfada. Y por último, Larissa, una belleza negra de armas tomar, que es mejor no enfadarla porque si no saca sus uñas a pasear. Warren ve a un grupo, que aunque tienen un aspecto sucio en ese momento por el trabajo, parecen cuidarse y vivir en la alta sociedad por las indumentarias que llevan todas, menos Tuppence, en sus distintas manos y cuellos. Filton les interrogan sobre si conocían a Dean y sobre si conocían el motivo por el cual se ahorcase. Los otros lo niegan, pero el sheriff sabe que ocultan algo. Tras eso, sale de aquella cuadra en la que huele mal y el tipo de la autoridad pide interrogar también a los criados también. Peter se lo concede. Warren lo hace, sabiendo después, que todo el grupo de "amistad" que tenía Calvin con esa gente fue crueles con él (física y moralmente.) Tras obtener esa información, Warren se monta en su caballo y vuelve a Villa Rocosa, a su casa para cenar con Nuria.
A la mañana siguiente, mientras Sam y Edward están fuera de la oficina, Filton se queda guardando el fuerte. El día que hace es agradable y sopla un poco de viento, aunque las altas temperaturas van subiendo cada hora. Recibe una visita inesperada a eso de las once de la mañana. Es Larissa, bien arreglada que entra y se sienta sin que nadie se lo ofrezca en una silla frente al sheriff. Warren antes de que pueda preguntar, ella le entrega una nota de tamaño pequeño donde está escrito a lápiz "lo sé.". Filton intuye que aquella joven a la cual había interrogado hace un día, y es de mente fría y egoísta, no iba a venir de repente para confesar su implicación en que Dean se hubiera suicidado. En ese momento, Larissa comenta que hay alguien que le está acosando, enviándole notas por debajo de su puerta. La joven negra está nerviosa, pero no quiere que se sepa. Filton le pregunta, viendo la nota.
-¿Qué sabe quién? ¿Qué oculta? ¿Es algo relacionado con Dean?
Larissa, no pudiendo más y tras morderse las uñas largas, confiesa que Dean le gustaba. Se echa a llorar de repente. Warren le da una servilleta y la otra se suena la nariz. Tras esto, continua. Parece ser que Alex es muy celoso y no quería que Dean se acercara a ella. Warren la interroga con un tono suave para descubrir más. Larissa, con miedo, le cuenta que ella fue testigo de cómo Alex y el resto de miembros fueron al saloom donde se hospedaba Dean y comenzaron a humillarle en el local. Pero al cabo de un rato, todos los del equipo acompañaron a la víctima hasta su cuarto donde por orden de Alex, los demás jóvenes propiciaron una brutal paliza a Dean hasta que se quedó inconsciente en el suelo. Larissa confiesa que usaron desde almohadas hasta su propio cuerpo durante la agresión.
-¿Puede quitarse el cinturón, por favor?-pide Warren, intuyendo que Larissa también participó en dicho ataque.
Ella se lo quita y se lo entrega. Tras un rato observando, ve manchas de sangre en la hebilla y le pregunta.
-¿Participaste en la humillación?-pregunta, enseñándole la sangre en su cinto.
Larissa afirma y sigue llorando. La arresta y la mete en una celda. Warren coge el papel e intuye de quien puede ser la caligrafía. Un rato después, tras quedarse uno de los ayudantes de guardia, Warren se acerca al saloom donde estaba hospedado el difunto y le enseña la nota de "lo sé" al dueño.
-¿Fuiste tú quién envió esto a Larissa por debajo de su puerta?
-¿Cómo lo ha sabido?
-Por como se ha preocupado cuando le dije lo que le había ocurrido a Dean.
-Ese chico lo único que quería era dormir bien por una noche. Pero ni siquiera alejado de ese infierno de la morada de Peter, estaba a salvo.
El dueño confirma que la forma en la que los otros empleados trataban a Dean no era justa. Él le tenía aprecio y supo desde un principio que ese grupo no iba a traerle nada bueno a Dean. Warren le pregunta como dejó el anónimo y si supo algo de la brutal agresión que sufrió Dean en su saloom. El dueño responde primero a la pregunta del anónimo, diciendo que conocía a Peter y su vivienda dado que él es su amigo desde hace mucho. Y sabe en qué cuartos duermen cada empleado de la morada de Peter porque los conoce. A lo segundo, lo de la brutal paliza, responde.
-Ese fue el motivo por el cual Dean salió aterrorizado de aquí con una soga, ahorcándose minutos después en el parque de la plaza central.-hay un momento de silencio.-Mire, no estuvo bien lo del anónimo, pero quería que alguien de ese maldito grupo confesó su implicación en la agresión de ese chico, ¿al final funcionó, no?
Warren lo comprende y se va del saloom. Pasan las horas. Warren come con Nuria en la casa de ella y preocupada, la joven le pregunta sobre qué le preocupaba. Él se lo cuenta. La verdadera razón por la cual algunas personas son tan crueles con otras. Filton le cuenta que se siente identificado con Dean, aunque no haría lo que hizo él de quitarse la vida, cuando le encerraron en una taquilla durante horas en el colegio. Nuria se levanta de su silla y le abraza. Se dan unos cuantos besos antes de que él decida volver al caso. Ayuda a su vecina a recoger la mesa y tras eso, se despide de ella con otro achuchón. Con el cielo encapotado, el sheriff cabalga hasta el rancho de Peter de nuevo. Le interroga sobre ese grupo y el dueño confiesa que el grupo no hace nada sin que Alex lo ordene. Tras eso, y con permiso de Peter, Warren registra los cuartos de esos empleados, hallando distintos objetos, incluidos cinturones, manchados con sangre y Filton deduce que pueden que se hayan usado durante tiempo , incluida en esa agresión, para hacerles las distintas cicatrices a Dean por todo su cuerpo. Los interroga, enseñando las pruebas que tiene, a cada uno rudamente, hasta que al final, otro miembro del grupo, aparte de Larissa, confiesa que fue Alex quien ordenó que siguieran a Dean hasta el saloom donde se hospedaba y le dieran esa brutal paliza.
En uno de los cuartos de la segunda planta de la morada de Peter, Warren observa a Alex morderse las uñas de una mano mientras con la otra se peina su pelo largo rubio. Filton le enseña las pruebas que tiene contra él y las confesiones obtenidas. El sheriff teoriza.
-Sabes, no creo que un joven apuesto como tú, y con ese ego que tienes, haya pegado solo a Dean para reírse de él, que puede ser también. Yo creo que descubriste que a Dean le gustaba tu chica y eso no podía ser, ¿verdad? Larissa era tuya y nadie más.
Alex mira por una ventana, viendo que comienza a anochecer.
-Por eso, las humillaciones a Dean durante tiempo. Las bromas crueles. Las amenazas en papel de "apártate gordito de ella, o serás el próximo chuletón que comamos." Todo era un mensaje para ese joven, ¿no? No querías que se acercará a tu chica.-prosigue Warren, admirando la habitación tan limpia.
El joven sigue sin responder, sentado en la única litera grande que hay del cuarto.
-¿Por eso le humillaste y luego le propiciaste una buena paliza en el cuarto del saloom?
Alex, con esos ojos verdes oscuros, desafía a Warren. Sigue sin decir nada.
-Dean lo único que quería era poder haber descansado una noche sin humillaciones.-aclara Warren. Pasan unos segundos.-Los demás testificará en que fuiste tú el autor de esa paliza, ¿Y adivina a quién ahorcaran primero?
Warren está a punto de salir por la puerta de la habitación cuando Alex se ríe y dice inesperadamente.
-Hay otro motivo por el cual fui a ese saloom, sheriff, ¿le interesa oírlo? Porque no voy a ser el único que caiga con esto.
Pasan las horas hasta que Warren lleva al resto del grupo detenido hasta la oficina, encerrándose en las dos únicas celdas que hay, separando al equipo. Peter está en una sala de madera de la oficina que se usa de interrogatorio. De repente, ve a Filton entrar con unos papeles y se sorprende de lo del grupo.
-Escuche, yo no tenía ni idea de...-comenta Peter, antes de que Warren de un golpe en la única mesa de madera que hay en la sala y la única distancia que hay entre ellos, dejando los documentos encima del tablero.
-¿Sabe usted que perdió más de mil dólares en reses cuando iban a ser vendidas?-pregunta Warren con ironía, sabiendo la respuesta.
Peter lee el documento rápido que tiene delante de él.
-Sí, pero aquella partida no tiene nada...
-¿Y sabe quién era el encargado que usted mandó para que hiciera el trabajo?
Peter se queda atónito, no recordando a quién mandó.
-Fue Dean. Sí, el mismo al que usted mandó acosar. Alex lo ha confesado. Aquella agresión que hizo en el saloom, no solamente la hizo por celos. Sino también por encargo. Aunque claro, él tenía sus razones y usted las suyas.
-No entiendo adónde quiere ir...
-Él aceptó este encargo con gusto para poder seguirle una última vez y poder decirle, de forma intimidante a Dean, que se alejara de Larissa. Y usted, lo hizo porque perdió mucho dinero. Sabe, por culpa de que no saliera aquella venta, usted perdió mucha gente de confianza con la cual hacía tratos. Los rumores llegan a todos sitios, y Peter, en aquel momento, sus ganancias cayeron. De ahí, que mandase a Alex para que diese una lección a Dean.
-Yo no maté a ese chico .-Se defiende de mal humor Peter.
-En cierta manera sí lo hizo. Cuando una, o varias personas, participan para que una tercera se quite la vida, es como si fuesen cómplices de su suicidio.
-¡¿Y qué debía hacer?! ¡Por culpa de ese chico perdí mi reputación! Mi dinero. Dinero que si yo no gano, ellos no ven porque no cobran!
-Debería haberle entendido lo que pasaba. Por el acoso diario que tenía encima por culpa de ese grupo.
-Usted no tiene ni idea de cómo dirigir un negocio, ¿sabe? Ese mocoso y gordo muchacho, me hizo perder miles de dólares al vender esas reses porque se le había olvidado de que tenía que hacer esa tarea. El muy cobarde me vino suplicando que le diera otra oportunidad, ¿sabe lo que me gustó cuando le vi allí, pidiendo que le diese otra oportunidad, con sus prendas meadas por los nervios que tenía? Fue que yo tenía el poder de decirle que no.-comenta Peter, riéndose de la situación.-Pero se la di. Fui condescendiente y se la ofrecí.
-¿Usted cree?, solo le ofreció una gran decepción. Desprotección. Humillación. Y finalmente, alicientes para suicidarse.
-¿Y qué otra cosa podría hacer? No sabía que se suicidaría.
-Lo que podría haber hecho sería haberle comprendido y defendido de esos chicos, y no usar esa frustración que usted tenía porque no hizo la tarea para humillarle y llevarle hasta los límites para que se quitase la vida.
Segundo caso.
Mientras Warren investiga el suicidio de Dean, Leland Morse llega cabalgando hasta Villa Rocosa. Primero, va al rancho donde vive Chandra Jiménez, la única hija de José, el fugitivo y padre de Chandra, al igual que fue el sheriff hace tiempo de Villa Rocosa. Ella sigue igual físicamente, delgada, elegante y con su pelo moreno y algo corto. Ambas personas se abrazaron e hicieron el amor. Tras eso, va a la oficina del sheriff y habla con Sam Liverpool y Edward Richards, que están allí, sobre lo que le había ocurrido en San Lorenzo del Escorial. Tras eso, Leland pregunta por Warren y los otros dos dicen que está fuera, pero que le querrá ver en algún momento. Por otro lado, Sam y Edward deducen, comentárselo a Morse después de que lo de Méjico puede ser José Jiménez. En ese momento, llega Kevin Notherland, un poco sediento por el calor que hace y les cuenta que ha hallado un cuerpo sin vida cerca de su herrería. Saluda a Lenda. Tras eso, Notherland bebe un poco de agua. Los tres hombres acompañan a Kevin para que los guíe al escenario del crimen. Kevin, al ver a un hombre frente al tipo muerto, comenta también que hay otro tipo que llevaba observando al difunto desde hace ya un rato. Sam le echa una pequeña bronca a Kevin por no haber mencionado ese detalle. Al llegar al lugar del homicidio, Kevin vuelve a sus labores tras ser interrogado por Edward y Sam. Tras eso, los tres hombres ven allí a esos dos tipos. El muerto físicamente es un tipo grueso, bien arreglado, con el pelo canoso y facciones medianas. Su rostro está afeitado como un rostro de bebe y sus ojos verdes oscuros sin vida miran a los otros como si estuvieran muy despiertos. Más o menos los sesenta años. Bien vestido. El otro es un tipo de la autoridad. Tiene el cabello moreno, como su barba de tres semanas que tiene. En un lateral de su traje lleva una estrella metálica de tamaño mediano. Va elegante. Este se identifica como el Marshall Liev.
-Es Ned, el violador.-identifica Leland Morse a la víctima.
Liev lo corrobora, asintiendo con la cabeza. Los cuatro ven llegar galopando y casi sin fuerzas al doctor Dick. El galeno mayor de bigote blanco, se desmonta de su animal y bebe agua antes que nada. Saluda a los demás y comienza a echar un vistazo al elegante Ned y descubre que puede haber muerto de un único tiro en el torso. Dick comenta que el asesino es un buen tirador porque solo ha malgastado un proyectil. Deduce que puede haber sido de un Colt 45 o Smith&Wesson. Se lo agradecen a Dick todos. Tras eso, los tres hombres escuchan los rumores que cuentan Leland y Liev acerca del difunto Ned. Este hombre era un violador, un jugador y un borracho al que, según las leyendas campestres, chantajeaba José Jiménez, el fugitivo en cual anda tras su captura Leland. Sam y Edward deducen que o bien José está en Villa Rocosa y ha ajustado cuentas con Ned, o fue un encargo. En ese momento, vuelve Kevin Notherland, acompañado de John Kruger y R.C, un ciudadano del pueblo, y se paran delante de los tipos de la autoridad, el marshall, el doctor y el caza recompensas. R.C es un hombre mayor y rubio. Tiene el cabello desaliñado y tiene aspecto sucio. Una de las piernas la perdió hace tiempo y en su lugar lleva una pata de palo. Sujeta un bastón. Estando frente a los tipos de la autoridad, traga saliva, mirando con horror a uno de los hombres de la ley. Uno de los pueblerinos comenta mientras los demás se recuperan de la carrera que se han dado.
-Edward. Sam. Leland. Dick. Jack Lemond nos ha enviado porque han encontrado a dos huéspedes jóvenes y femeninas en una de las habitaciones. Ambas están muertas.
Todos corren sin tregua al segundo escenario del crimen. Allí Edward y Sam saludan a Jack Lemond. El bigotudo dueño del lugar, comenta dónde encontrar a la víctima. Kevin, John y R.C vuelven cada uno a sus labores, sintiéndose R.C incómodo en el saloom de Lemond, al ver a uno de los tipos de la ley en el lugar. Lemond les acompaña hasta la habitación de las dos jóvenes fallecidas donde huele a cerrado y al hedor que desprende ambas mujeres. Las dos víctimas yacen difuntas cada una en una de cama de las dos que hay. Jack abre las contraventanas para que entre la luz del sol, del atardecer tan caluroso que hace. La joven de que está tumbada en la litera de la izquierda es rubia de cabello largo. Agraciada de rostro y esbelta. Sus ojos azul claro miran fijamente al techo. La otra es algo más joven de edad y también tiene el cabello rubio. Ambas guapas y de facciones grandes, bien vestidas. Mientras Dick echa un vistazo a las nuevas víctimas, Jack Lemond les comenta cuando es interrogado que las víctimas estaban registradas como Kristi y Stephanie, y eran hermanas. Samuel le enseña un dibujo de Ned lo mejor hecho posible y enseguida Jack lo reconoce. Añade que Ned no paraba de mirar a las mujeres difuntas. Por otro lado, Jack dice haber visto a José Jiménez por Villa Rocosa, en dirección a la casa de Chandra hace menos de una hora. Leland sale corriendo del saloom junto a Liev. Ambos se separan tras montar en sus caballos, Leland se dirige adonde está Chandra, mientras Liev busca por otro lado. En ese momento, Jack deduce que las hermanas vinieron a su saloom algo atemorizadas, porque les preguntó hablar con el sheriff. A Samuel se le ocurre una idea y se la comenta a Edward.
Por otra parte, Leland Morse, cabalgando deprisa a casa de Chandra Jiménez, ve la puerta de la morada abierta y el hombre se desmonta enseguida. Coge su rifle y lo empuña. Entra con él en la casa y la ve desordenada todo el hall. Llega al salón, también destrozado, viendo a su amor atado a una silla de madera y amordazada. La está desatando cuando el hombre recibe un golpe en la nuca.
Mientras, afuera del saloom de Jack Lemond, antes de que Samuel y Edward montasen en sus respectivos caballos, R.C., al no ver al tipo de la autoridad que teme, se acerca y confiesa que fue testigo del crimen de Ned. Sabe quien lo hizo. Fue Liev, el Marshall. R.C. también menciona que a lo lejos, vio a las hermanas (Kristi y Stephanie) ver como presenciaban el crimen. Ellas, al ser descubiertas por el marshall, salieron corriendo. Edward y Samuel, deducen sin pruebas, que tal vez José Jiménez encargó el asesinato de Ned a Liev porque en algún momento se la podría jugar y asesinó después a las hermanas por ser testigos. Además, Samuel, halló una almohada del cuarto del crimen, que se usó como silenciador. También sospechan que tanto Liev, como José hayan tendido alguna clase de trampa a Leland para que caiga en ella. Sin más, ambos hombres de la autoridad agradecen la colaboración de R.C. y se montan en los caballos, yendo a galope hasta la casa de Chandra Jiménez.